miércoles, 11 de abril de 2012

La Esperanza da la mano


Es una de esas historias que enternece,la vivida ya en la mañana del Viernes Santo a la altura del Mercado del Arenal,antigua cárcel del pópulo, y decimos que enternece la estampa,porque allí la Virgen cada mañana de Viernes Santo visitaba y allí la Virgen de la Esperanza a una persona visitó.
Hasta su palio se acercó un persona enferma,y allí pudo presenciar la levantá del Palio de la Esperanza a la izquierda de la Dolorosa el azulejo que recuerda aquello de que “La Santísima Virgen de la Esperanza, de la cofradía de Triana, recibía cada año en la mañana del Viernes Santo el emocionado homenaje de amor y de dolor de los reclusos de la antigua cárcel llamada del Pópulo, desde cuyo locutorio, emplazado en el lugar que señala este retablo, tantas veces invocaron a la que es consuelo de los afligidos”.
Y como cada mañana de Viernes Santo la Señora fue a dar Consuelo a aquellos afligidos,si bien ahora es a un tipo distintos de afligidos,los afligidos por una enfermedad,los afligidos por una pérdida,los afligidos por la soledad y los afligidos por un mundo en el que la pérdida de valores es una constante.
Fue ver la escena y el homenaje que tributó la Hermandad pidiendo que aquella persona pueda estar el próximo año delante de la Señora una vez supere su enfermedad que a la mente de alguien vinieron recuerdos y todo ante la mirada de la Madre se hizo mar de lágrimas.
El homenaje que cada uno hace a la bendita Virgen en su interior,ese homenaje dedicado a las personas que no superaron esta o aquella enfermedad,el homenaje al que no tiene consuelo hasta el momento en el que María se hace Esperanza,se hace faro para dirigir al barco que zozobra al puerto seguro de un Cristo que aún caído tiene las fuerzas para levantarse por tercera vez y seguir su camino,ese es el ejemplo que da la Esperanza,el ejemplo de la ilusión el de la fe.
Se iba alejando el palio y el viento empezaba a soplar sobre los ojos lagrimosos y los surcos que las lágrimas habían dejado en la mejilla,pero además de las lágrimas en la cara se esbozó una sonrisa,tímida por fuera y muy feliz por el interior y un pensamiento de agradecimiento por poder volver a ver a la Madre y Capitana paseándose como Faro de los que buscan consuelo por las calles de Sevilla,y pensaba que aunque todo el año le visita en la capilla era especial acercarse a su paso de palio y sentirse preso y cautivo por un momento para sentir como con la dulzura de su mirada la Esperanza en su Soledad da la mano al hijo necesitado.
Ese es el espíritu de la vivencia de la antigua Cárcel del Pópulo el azulejo así lo recuerda,que allí cada año la Madre se paraba para por un rato consolar a sus hijos necesitados,enseñándonos una lección la Esperanza es el consuelo del que ya todo ha dado por perdido.

Texto Jara
Foto Jara

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