La Espadaña del Vado,
la antigua torre parroquial,
anuncian que ha llegado
un momento muy especial.
La Madre del Nazareno,
setenta y cinco años hace,
en su llanto sereno
nuestra devoción nace.
Muchos son los momentos,
muchas las estampas bellas,
muchos son los sentimientos
que tenemos hacia Ella.
San Juan y Plaza de la Cilla
cuentan con su esencia,
hasta la Luna más brilla
al contemplar su presencia.
Y entre las flores
hay una más hermosa
que se llama Dolores
bendita Madre preciosa.
Texto Jara
Foto Jara
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