Tan Humano, tan divino,
que grande la armonía
en tu rostro montañesino
cumbre de la imaginería.
Ese rostro tan sereno
a pesar del sufrimiento,
que grande el Nazareno
que llama al sentimiento.
Sentimiento que es devoción
a una obra magistral,
el Señor de Pasión
es Joya sin igual.
Joya que es perfección,
del Siglo de Oro,
como llama a la devoción
tan hermoso Tesoro.
Tesoro lleno de vida,
presencia de la hermosura,
en su mirada sentida
está la misma dulzura.
Mirada humana y divina,
ciento de años de historia,
mirada hermosa y cristalina
mirada de la Gloria.
Gloria de la Creación
genialmente realizada
el Señor de Pasión
es la perfección
tallada.
Foto María del Pilar Pérez Gómez
Texto Jara
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