Diciembre ya es tiempo de adviento, tiempo de espera, de
preparación para recibir al Redentor que en Belén nacerá.
Diciembre es mes de María, mes de la Inmaculada Concepción
de numerosos cultos y besamanos que llegan al corazón.
Y en el corazón de Doñana, entre pinares, olivares y montes
llenos de romero, Hinojos, con su Parroquia de Santiago, donde reside el
maravilloso Señor Atadoa la Columna de
Pedro Roldán.
En la Calle homónima a la Parroquia, se encuentra la Ermita,
en la que está el Mayor Tesoro de la Villa, la Virgen de la Soledad.
En este Diciembre de Calles llenas , luces navideñas,
agobios, atascos, multitudes en las grandes ciudades, en este diciembre nos
llama la Soledad.
Nos llama a acercarnos a su besamanos a contemplar la
dulzura y la belleza de su rostro. Que hermosa y elegante es esta Dolorosa sin
lugar a dudas.
Soledad que nunca está sola y menos en estos días, continuo
es el paso de personas por la Ermita, continuas las oraciones, las lágrimas de
emoción y las plegarias que llegan al corazón, cuan grande la devoción que el
pueblo tiene a la Virgen.
Es parte de la magia, alguien lo buscará en lo superficial,
pero íntima y entrañable es la visita a la Hermandad de la Soledad.
Además de la belleza de su Dolorosa, siempre se está bien
atendido y es un placer, que una vez que te vayas tu tengas ganas y te inviten
tus anfitriones a volver.
La calidez en el mes frío, la sencillez del poderío,
pensamientos que salen desde el corazón, el sentimiento de una devoción.
La hermosura en su mirada, la belleza en su cara, la bonita instantánea
mientras su mano es besada.
Así es el Puente de la Inmaculada en Hinojos, viendo tan
cerca esos ojos, que son del cielo estrellas que hacen las tardes mas bellas.
Diciembre de la Soledad, de una Soledad tan dulce y tan
hermosa, bella y Gloriosa Dolorosa.
Texto Jara
Foto Jara
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