Con vestido de
emoción
la antigua Pila
del Pato,
por Caballerizas
la devoción
llega a la Casa
Pilatos.
San Ildefonso
pudo contemplar
como su Cautivo
con solemnidad,
con elegancia
empezó a procesionar
por las calles de
la ciudad.
Un río de gran
devoción
en una tarde de
sentimientos,
sentimientos de
mucha emoción
que dejaron
grandes momentos.
Música de capilla
y escolanía
su acompañamiento
musical,
perfecta
conjunción de armonía
de una estampa
sin igual.
Como todo el año
acompañada
esta imagen
venerada,
en su salida fue
arropada
por una feligresía
entregada.
Foto Antonio Barrera Repullo
Texto Jara
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