Lejos de grandes
alumbrados
o de rutilantes
actuaciones
lejos de festejos
desmesurados
y de
multitudinarias procesiones.
Es un agosto
diferente
sin fiestas
patronales,
es un agosto
diferente
para intentar
prevenir males.
Aunque no haya
procesión
para ver en la
calle a María,
si se celebran
con devoción
las novenas estos
días.
Los cultos más
cercanos
a la Madre Celestial,
que es auxilio
del cristiano
cuando aparece el
mal.
Bajo su manto
cobijo
en estos duros
momentos,
la Madre junto al
Hijo
reciben la
plegaria del sentimiento.
Texto y Foto JanRoc
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