Amor de Dios derramado
en la cima del
Monte Calvario,
Cristo allí está
crucificado
en un gesto
extraordinario.
A los pies de la
Cruz
estaba la Madre
Dolorosa,
tinieblas
vencidas por la luz
en una estampa
piadosa.
Nuestro Socorro
es María,
ante Dios
intercesora,
Ella es la mejor
Guía
de todas nuestras
horas.
Los altares y las
vidrieras
testigos son del
momento,
momento de gran
solera
que llama al
recogimiento.
En la Iglesia del Salvador
en una tarde casi
otoñal,
el Cristo del
Amor
es luz de la
Colegial.
Texto e Imagen; JanRoc
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