El Espíritu
Divino
llega nuestros corazones,
con ÉL sigue el
camino
de la Fe y
Devoción.
En el largo
sendero
es la Luminosidad
que guía,
Camino al Dios
Verdadero,
Faro de cada día.
Nos trae Siete
Dones
para iluminar
nuestras vidas,
nos colma de
bendiciones
al ser su Luz
recibida.
Llega al interior
del alma
con su claridad
poderosa,
riega el corazón
con su calma
que es
misericordiosa.
En Pentecostés el
aliento
del Espíritu
Santo ha llegado
el Evangelio con
sentimiento
empieza a ser
predicado.
Pintura; Pentecostés. El Greco. Museo Nacional del Prado
Texto; JanRoc
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