La tarde va
cayendo
por la Calle
Villadentro.
Ya está
anocheciendo
la Luna viene al
encuentro.
Los últimos rayos
solares
se despiden por
Hinojosa.
De fondo unas
soleares
entre jazmines y
rosas.
La devoción
Carmelitana
intenta dormir al
niño.
María entona una
nana
con un inmenso
cariño.
Duérmete Jesús
chiquito
en noche de
escapulario.
Duérmete Dios
bendito
tras las cuentas
del rosario.
Duérmete oyendo
la fuente
cuya agua brota
del castillo.
Sueña Soberano
clemente
con las estrellas
y su brillo.
Mientras duermes,
el Odiel
sigue su camino
al mar.
Tú lo guías
cordero fiel
hasta allí
desembocar.
Ya dormido Rey
Celestial
cuida de todo
marinero
que te reza
fraternal
para que le
guíes, mi Lucero.
No tengas miedo,
mi Hijo
pues mi brazo y
mi manto
son para ti,
humilde cobijo.
Señor tu que eres
Santo.
Despierta con la
amanecida
pastor de la
Humanidad.
Dios bendito de
la vida
que trae la
eternidad.
Texto y Foto; JanRoc
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