Entre Moisés y Elías,
en lo alto del Monte Tabor,
Jesús brillante resplandecía
vestido de puro níveo color.
Santiago, Pedro y Juan
contemplan la transfiguración.
Anuncio de lo que vivirán
tras los momentos de la Pasión.
Anuncio de Cristo Resucitado
en su máximo esplendor.
Así aparece el Hijo Amado,
Jesucristo, Nuestro Señor.
Una voz desde el Cielo
los discípulos han oído.
Al oírla cae al suelo
y en el mismo yacen dormidos.
De Dios la grandeza
se siente en ese momento.
El Mesías y su pureza
de blanco celestial vestido.
Texto; JanRoc
Imagen: La Transfiguración, Giovanni Francesco Penni. Museo del Prado
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