De nuevo las navidades se acercaban,de nuevo la época del
gasto y las carreras,pero era diferente ahora,la crisis ha modificado los hábitos
pero la época de las nuevas tecnologías ha hecho que las felicitaciones sean
menos íntimas y menos sociales.
Nuestro protagonista piensa que se han perdido muchas cosas,que
las comodidades han traído también una relajación en ciertos aspectos de la
vida que jamás se deberían haber relajado,el trato con las personas por
ejemplo,este hombre ya mayor esta en un curso de informática y ve la utilidad
por ejemplo de felicitar a través de la webcam a un familiar que vive
lejos,pero ve como otras personas viviendo cerca en vez de ir a hablar las
cosas cara a cara prefieren decirlo por las redes perdiendo todo contacto
humano y todo calor.
Si bien también piensa que es de utilidad y que como en su
día la televisión hoy internet puede enseñar muchas cosas positivas siempre que
su uso sea satisfactorio.Le vino a la imagen una foto reciente en la cual un policía
de la ciudad de Nueva York le compre unos zapatos a un indigente. Pues esa foto
vista le trajo unos recuerdos de tiempos atrás.
Sucedió ya en época de adviento,no había tantas luces en las
calles,si había más zambombas flamencas y mas grupos de campanilleros y en una
de las visitas un grupo se encontró con una familia que tenía una hija enferma
y que ese año no tendrían ni para la cena de navidad ni para el regalo de reyes
del resto de los hijos.
Decidió entonces el grupo de campanilleros al que pertenecía
arreglar los dos problemas ,eran tiempos de mucha necesidad como ahora y la
ilusión les hizo afrontarlo,cada uno puso lo que pudo económicamente aparte de
ayudar con otras tareas que sabían hacer,así unos hermanos que sabían hacer muñecas
de cartón las hicieron,otros hicieron unos caballitos para los niños,aparte
organizaron una fiesta con una merienda y un paje real para hacer las delicias
de los mas pequeños en unas fechas tan entrañables.
Aquello pasó y todo salió bien hoy sigue vivo en la memoria
de nuestro protagonista y de aquellas personas que participaron,aquella niña
venció a su enfermedad y se hizo una mujer que desde entonces empezó a
colaborar con los más desfavorecidos.Pero la sorpresa llegó al entrar en su
casa en el buzón se encontró con una carta y no ya como las últimas que solo
son de facturas,venía en papel perfumado y en ella la foto de un juguete hecho
con material reciclado que los próximos reyes pondrá la sonrisa a un niño y a
una familia necesitada y dará momentos de felicidad .En la carta explicaba la
niña ya mujer que las cosas costaban y que a pesar de ser usuaria de redes
sociales prefería hacerlo así por tener un gesto que pusiera una sonrisa en las
personas que tanto le ayudaron a ella y su familia cuando peor lo estaban
pasando.El anciano entonces entró en su casa con una sonrisa que le dio mas
fuerzas para ayudar con mas ganas al día siguiente.
La historia de la Carta nos enseña varias cosas,que un pequeño
gesto puede poner siempre una sonrisa.La segunda es que las redes sociales son
muy útiles bien usadas y hay que sacarle el máximo partido para el bien,pero
nunca debe ser un sustituto del contacto personal,pues solamente así podremos
ver los problemas,las alegrías o las tristezas.
Y por último y más importante agradecer los buenos gestos
por pequeños que sean esos gestos y esos agradecimientos son los que nos hacen
mejores personas y nos ayudan a seguir luchando.
Texto Jara
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