Se vislumbra la mañana
y bajo el peso del madero
va Jesús el Nazareno
bendiciendo y salvando
al arrabal trianero.
A caballo un romano
le va marcando el camino
que le lleva a su destino,
para así poder cumplir
el designio divino.
El cirineo en su paso
le va ayudando
a cargar con la cruz,
de un Señor que aún caído
es del Faro la Luz.
Con sus hijos en brazos
van las mujeres llorando
y a Dios acompañando,
que se levanta de nuevo
ellas van observando.
Se volverá a levantar
lleno de confianza,
sabiendo que llegará
para sanar sus heridas
una madre de Esperanza.
Texto Jara
Foto Jara
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