La verdad la primera procesión del año a la que se ha asistido ha dejado un grato recuerdo
y muy buen sabor.
La verdad que fue preciosa
la estampa de la Virgen de la Oliva por
las calles de Salteras, entre el blanco de las casas avanzaban los dos pasos
del Cortejo, pero el de la Virgen se veía muy sencillo, sencillez que se hacía elegancia el primer domingo de
Febrero.
Y detrás de la Virgen, su pueblo, las mujeres con sus
plegarias y sus velas encendidas , el silencio y la oración tras el paso de la
Señora, silencio que unos pocos pasos más atrás era acompañado por la músico,
marchas interpretadas magistralmente por el Carmen de Salteras.
Una procesión con mucha solera dentro de una exquisita sencillez que acompañado por el olor
del incienso en el aire recorrió las calles de esta bella localidad del
Aljarafe .
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