A San Isidro
Labrador
traemos esta
plegaria.
Para que traiga
con amor
la lluvia tan
necesaria.
Al Olivo y al
trigo
no lo dejes de tu
mano.
Tú que eres el
amigo
del Campo
Panturrano.
Que no se sequen
los pozos,
que haya buena
cosecha,
que se cure con
gozo
la tierra seca y
maltrecha.
En este mayo
peregrino,
que llega al
Corazón,
al polvoriento
camino
riégalo con tu
bendición.
Trae esa agua
bendita,
Patrón de los
agricultores.
Para que la
campiña marchita
se llene de
hermosas flores.
Foto; Iván Sánchez Cardeña
Texto; JanRoc
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