Recordó lo que contempló muchos años atrás en el besamanos
de la Esperanza de Triana en la Capilla de Marineros, recordó aquella mañana de
Domingo de Diciembre, una mañana muy soleada en las Calles de la Ciudad, había
cola en la Calle Pureza y la gente se agolpaba, tiempo atrás puede que año y
medio antes se postró ante la Virgen en una situación adversa para encontrar
consuelo ya que la situación era irremediable y aquella hermosa mañana iba
acompañado de una persona muy especial, todas las personas que le acompañaban
eran especiales pero especialmente una.
Hacía tiempo quería contemplar una estampa y poco a poco se
acercaba el momento la rapidez de la cola hizo que no pudiera guardar el
momento maravilloso en el que la joven se puso frente a la Virgen, la Virgen de
la Esperanza y la persona que le llevaba la Esperanza día a día frente a
frente, momento para el recuerdo y para hacerlo eterno, momento para
disfrutarlo después de tantos tragos amargos en la vida, ese encuentro era
parte del Regalo de Esperanza que la Virgen le tenía guardado, además de sus
amistades que siempre estaban apoyando, así es todos apoyaban a pesar de tener
la mayoría problemas por problemas de enfermedades en sus familias,
especialmente por una enfermedad llamada cáncer, pero a pesar de esas
dificultades siempre estaban para dar sus mensajes de ánimo y su compañía, ese
es el mejor regalo que le hizo la Esperanza, gente que le escuchara en los
momentos complicadas, gente con la que
compartir buenos y malos momentos, personas que daban la cara por el sobre
todos en esos momentos complicados que vinieron tan seguidos y de los que aún
no había podido levantarse.
Le tocó pasar delante de la Virgen y ante ella se puso de
rodillas persignándose, cuando se levantó miró a la imagen y agradeció el
regalo de la amistad de aquellas personas, ese salvavidas que la Virgen envió
durante la tempestad salvavidas que se llama amistad, dio gracias a la Virgen
por encontrar en aquellas personas el consuelo que necesitaba en tan duros
momentos.
Después de muchos años de aquel encuentro, la imagen le vino
a la memoria , tantos años después otra
soleada mañana de Diciembre en la Calle Pureza llevaba de la mano a su nieta por vez primera
para que besara la mano de la Virgen , entonces recordó lo que tantos años
atrás había observado y recordó que todos aquellos momentos eran regalos de la
Esperanza.
La Esperanza siempre nos tiene un regalo, nuestra Fe es un
Regalo, la Caridad es otro, pero la Esperanza y la ilusión es el mayor regalo
que podemos tener, en la Esperanza encontramos el consuelo a nuestros
problemas, es la Esperanza la que nos brinda las amistades que luego comparten con nosotros los buenos y
malos momentos y que en estos últimos esas grandes amistades velan junto con la
Virgen para que nuestra barquita no vaya a la deriva en la tempestad. La
amistad es el mayor regalo que nos brinda la Esperanza.
Foto Rocio Mel Dom
Texto Jara
No hay comentarios:
Publicar un comentario