El Crucificado de
Montañés
por el centro
procesionaba
muchos años
después
de nuevo sobre
paso caminaba.
Joya del Siglo de
Oro
cuarto centenario
de su hechura,
la ciudad
contempla un tesoro
de una inmensa
dulzura.
La Oliva tras el
Señor
poniendo sus notas
musicales,
en la Plaza del
Salvador
el Autor de
tallas magistrales.
Allí está su
hermano
el Señor de
Pasión,
bendito nazareno
sevillano
imagen de la
perfección.
Continuó su
caminar
para terminar su
procesión,
continuó su
caminar
entre un gentío
de devoción.
Todos al verlo
andar
quedaron
entusiasmados
de esa tarde ver
procesionar
al Cristo de los
Desamparados.
Texto Jara
Foto Jara
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