Sin pisar las
arenas
el domingo último
de enero
la melancolía es
serena
en los rostros
rocieros.
Semana de
peregrinación
de Hermandades
como Triana,
Villanueva, Pilas
y Gibraleón,
que perfuman la
mañana.
Lejos queda el
Rocío
en estos tiempos que corren,
pero cerca el
poderío
de quien siempre
nos socorre.
La Blanca Paloma
la Pastora
Almonteña,
desde Doñana llega
el aroma
del romero como
enseña.
Siempre en el
Corazón
nuestra Luz es
Ella,
grande e la
Devoción
que corona el
cielo de Estrellas.
Texto y Foto; JanRoc