miércoles, 30 de enero de 2013

Bellas Artes en todo su Esplendor




Durante estos días vamos a poder contemplar la magnífica talla del Cristo de la Expiración en la sala más reconocida del Museo de Bellas Artes de la ciudad de Sevilla,la segunda pinacoteca más importante de España.
Antes de llegar a esta estampa del Cristo ya restaurado en todo su esplendor compartiendo la Sala que era la Capilla de la  Casa Grande de la Merced,nos paseamos admirando las pinturas y las esculturas,ver el San Jerónimo  de Pietro Torrigiano ya nos demuestra la grandeza de las piezas expuestas en el lugar.
Tras pasar por las restantes salas y contemplar cuadros de Pacheco y Velázquez llegamos a la sala de los Murillos allí las Inmaculadas están acompañadas de la soberbia talla de Marcos Cabrera,la verdad que la ubicación en pleno centro de la sala es idónea pues deja al visitante un grato sabor de boca y una instantánea irrepetible.
La restauración una vez observada el resultado se puede decir que ha sido muy buena y la exposición de la Imagen en esa sala del Museo ha sido un acierto absoluto,siempre es hermoso contemplar la Belleza de las pinturas pero entrar por la puerta trasera de la Sala y ver al Cristo allí nos deja una estampa imborrable para aquellos que hemos tenido la oportunidad de contemplarla en vivo.
Se recomienda por tanto visitar la exposición de la Imagen,pero también recomendamos que no se pierdan el resto de las salas para poder comprobar auténticas joyas que deben llenarnos de orgullo que pertenezcan a nuestro patrimonio.

domingo, 27 de enero de 2013

Buena Muerte





Jesús su vida ha entregado,
en su rostro la serenidad
de quien con amor y humildad
su misión bien ha realizado.
Viene desde San Julián,
a sus pies la Magdalena
afligida por la pena
acompañando en el final.
En su faz el rastro de la Pasión
es tapado por la ternura
de un Cristo que es dulzura
y que invita a la oración.
Crucificado por nuestros pecados
muerto por nuestra salvación
y esperando la Resurrección
para cumplir lo narrado.


Texto Jara
Foto Jara


miércoles, 23 de enero de 2013

Devoción Macarena





Macareno orgulloso me siento
cuando me acerco a la Basílica
para hacerte una visita
y tu bello rostro contemplo.
Te traigo aquí mi oración
hecha humilde poema,
ya  tus pies me planto
para darte mi devoción.
Por mucho que ofender quieran
por mucho que nos duela,
ya quisieran en sus vidas
tener a la Esperanza Macarena.
Tú me enseñas el camino
que nos lleva a mejorar,
la caridad y labor social
debe ser nuestro destino.
Me da todo confianza
entonar este sencillo canto
cuando estoy bajo tu manto
de color verde Esperanza.


Foto Arturo Merino
Texto Jara
Blog de Arturo Merino

domingo, 20 de enero de 2013

Poesía y fotografía.Rosario de San Pablo





Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las hourís del Profeta.

El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera;
entre sus siete colores
brillante el iris lo ostenta;
las esmeraldas son verdes;
verde el color del que espera,
y las ondas del océano
y el laurel de los poetas.

Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta,
en que el carmín de los pétalos
se ve al través de las perlas.

Y, sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean,
pues no lo creas,
que parecen sus pupilas
húmedas, vedes e inquietas,
tempranas hojas de almendro
que al soplo del aire tiemblan.

Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta
que en el estío convida
a apagar la sed con ella.
 
Y, sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean,
pues no lo creas,
que parecen, si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.

Es tu frente que corona,
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.

Y, sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean,
pues no lo creas,
que, entre las rubias pestañas,
junto a las sienes semejan
broches de esmeralda y oro
que un blanco armiño sujetan.

Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar te quejas;
quizás, si negros o azules
se tornasen, los sintieras.


Texto Rima XII de Gustavo Adolfo Bécquer

viernes, 18 de enero de 2013

Plaza de la Laguna





Antigua laguna del Arenal
que un día en plaza se convirtió,
siendo lugar de reunión
de navegantes de río y mar.
Plaza que vio un día
como al Mayor Dolor
llego una hermandad
desde la antigua judería.
Capilla que contempla
cada Domingo de Ramos
la Estación de Penitencia
de la Hermandad del Despojado.
Esfuerzo  de los costaleros
en esa salida de categoría
esfuerzo de capataces y contraguías
que dirigen los pasos con esmero.
Cristo que al frente va mirando
y avanzando en bellas chicotás
acompañados de son y el compas
que los Reyes va interpretando.
Por su Madre va seguido,
el Despojado de sus vestiduras,
Madre de Dolores,y Misericordia
que llena la laguna de ternura.


Texto Jara
Foto Jara