Echó la mirada atrás y sus recuerdos lo llevaron a un lunes
de marzo. Un lunes muy especial, un lunes para la Historia de Sevilla, pero
sobre todo para un barrio y su Hermandad.
La noche del Domingo de Ramos le pareció la noche de Reyes,
pronto y con el primer trino de los pájaros, llegaron las maquinas de la
limpieza, aún era temprano pero el nerviosismo ya no le dejaría entregarse a un
último sueño en aquella alborada.
Se levantó cuidadosamente planchado, allí estaba su túnica
que ese mismo día sería estrenada, su capa, el antifaz y el primer capirote que
tuvo, que quedó en la Plaza del Salvador el año que la Hermandad se tuvo que
refugiar en la Iglesia Colegial.
Sueños para un gran día, ilusiones por estrenar, asomó de
nuevo al balcón, la Avenida empezaba a llenarse de vida, nazarenos que llegaban
a casa de sus padres de sus abuelos, todo el mundo ilusionado, que gran día
para el Barrio.
Empezó a vestirse y se dirigió a la Parroquia, los medios de
comunicación estaban allí preparados para dar la gran noticia, mientras en el
Patio de la Parroquia se ultimaban los detalles Pedro Romero se quedaba
pequeña.
Y tras hora y media de espera en el templo, la Cruz de Guía
iniciaba su primer camino buscando la Santa Iglesia Catedral, fueron saliendo
los tramos y llegó el momento del Señor Cautivo, Cautivo que por su barrio es
Rescatado, y con los maravillosos sones trianeros, y con el primer azahar como
testigo enfilaba el misterio ya Pedro Romero.
Poco a poco los tramos de Virgen comenzaban a salir por la
cancela del Palio Parroquial, no hubo que esperar mucho para que Ella, la Madre
del Cautivo, la Reina del San Pablo, la Virgen del Rosario Doloroso pisara por
vez primera su barrio y las calles de Sevilla, para con toda la hermandad por
vez primera visitar la Santa Iglesia Catedral.
Pensó que contraste tan hermoso ver la humildad del palio y
la grandeza del manto de la Coronación de la Esperanza Macarena que lucía la
Virgen de los Ojos Verdes ese día.
Y caminando delante de su Señora, llegaron las emociones y
el reconocimiento de toda Sevilla, porque Sevilla desde ese día quedó Cautiva
de su mirada Verde Esperanza.
Y hoy recordando se pone de nuevo delante de Ella buscando
sus ojos misericordioso y vuelva a aquel 17 de Marzo de 2008, Lunes Santo.
La Historia dice que ese día Sevilla quedó Cautiva de las
Miradas Verdes de los titulares de la Hermandad de San Pablo, la leyenda dice que
ese año en Sevilla la Primavera llegó unos días antes y llegó a la Catedral
desde el Polígono san Pablo con su Hermandad.
A los que trabajaron por hacer posible el sueño, a los que
fueron partícipes del momento y a los que ya acompañan a nuestros Titulares en
los Balcones del Cielo.
Foto María del Pilar Pérez Gómez
Texto José Antonio Rodríguez Ángel.