lunes, 30 de diciembre de 2013

Poesía y Fotografía, Triunfo de la Santa Cruz (La Canina)





Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevaré el blanco día;
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso linsojera;

mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa:

Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán, mas polvo enamorado.

Texto Francisco de Quevedo

martes, 24 de diciembre de 2013

Feliz Navidad





Hoy en la tierra nace el amor
hoy en la tierra nace Dios

Alegría, paz y amor
en la tierra a los hombres
alegría, paz y amor
esta noche nace Dios

Alegría, gozo y paz
en la tierra a los hombres
alegría, gozo y paz
esta noche es Navidad

Alegría, paz y bien
en la tierra a los hombres
alegría, paz y bien
hoy dios nace en Belén

domingo, 22 de diciembre de 2013

Sentimientos de Esperanza, María Santísima de la Esperanza Macarena, por Manuel Antonio Rodríguez Madrigal.

 
 
Cualquier macareno de cuna o cualquier sevillano de a pie, es más apto y más digno que este que escribe para hablar de la Esperanza.
Esperanza, que es Macarena. Razón de la felicidad.

Porque ante su presencia, todo es distinto. Pierdo la noción del tiempo y mi mirada se pierde en sus ojos de mujer; de mujer sevillana, como Dios la hizo para reinar en esta tierra bendita. Humana, cercana, cuan madre que es del Verbo encarnado, que en esta Hispalis Magna, se le llama Gran Poder.

Y esta Esperanza Bella, a medida que pasa te enamora, cada vez más me embelesa y ese candor y esa emoción es una irresistible llamada, a la que este sencillo, con estas humildes palabras quiere manifestarle su amor. Amor que Tú destilas, derramando e infundiendo Esperanza en este turbado corazón, de incertidumbres y derivas; Refugio y consuelo al pecador, a todo aquel que llega a tu morada de San Gil.

Aún no ha llegado la Navidad y el pasado día 18, yendo a tu casa a felicitarte, me diste la gracia de ser uno más de tus hijos macarenos; Otra vez, frente a frente, cara a cara, durante minutos, o tal vez fueran horas... No lo sé, fue un instante en que nos mostraste la gracia celestial, desde la proximidad de tu mano, desde el fulgor de tu mirada; Cuando te despojaron de tu corona, de tu manto y de tus galas, nos acogiste en tu maternal abrazo, con el hasta luego, de cada día y con el guiño a una nueva primavera, a una nueva Madrugada, en que derramarás por tu ciudad querida, lo que tú eres: Esperanza.

A mi amigo Fernando Marmolejo, padrino que me enseñó a quererla. 

Manuel Antonio Rodríguez Madrigal es miembro de Junta de Gobierno de la Virgen de la Bella, Patrona de Lepe, es a su vez Hermano de Pasión y de la Hermandad de la Macarena de Sevilla, agradezco su colaboración tanto con este blog como con la persona que escribe este último párrafo. Muchas Gracias.

Foto Manuel Antonio Rodríguez Madrigal.

Sentimientos de Esperanza. Divina Enfermera, por Martia Atenea





Me piden que escriba sobre la ESPERANZA, mi Esperanza Divina Enfermera. Para empezar diré que soy enfermera, que desde siempre quise ser enfermera, enfermera como tú Esperanza, y que es mi profesión la que aporta la sensibilidad en el sentido de cuidar, frente al hecho de curar de la medicina. Al estar en contacto con el enfermo y el necesitado le aporta LA ESPERANZA que tanto necesita. Y ahí está mi Esperanza Divina Enfermera, Nuestra Sra de la Expectación o de la O. En su sede, en San Martín siempre con su dulce mirada. 

Ella le da: Esperanza a la madre que espera el advenimiento del hijo. Esperanza al niño sano que corretea bajo su atenta mirada, y al niñito enfermo que busca consuelo en La Madre. Esperanza al que se desvía de su rebaño y busca salir del oscuro mundo que lo atrajo. Esperanza al pobre, al necesitado, al que no tiene un mendrugo de pan para comer. Esperanza al anciano, que toda su vida cuidó a los suyos y hoy se ve solo y abandonado.Yo con tu ayuda lo cuidaré. Esperanza al enfermo que lucha incansable contra los avatares de la vida. Esperanza al moribundo que pronto te verá.

 ESPERANZA. En estos días tan especiales te pido que no haya un niño que sufra, que todos tengan una ilusión, un juguete para compartir, que no haya un mayor desamparado, ni un pobre que pase hambre o frío, que haya PAZ en el mundo y para mí sólo te pido Madre mía que ayudes para que pueda seguir aportando a todo aquel que lo necesite con mi trabajo: ESPERANZA

Quiero agradecer a Martia su colaboración, me ha encantado su escrito , siempre necesitamos la Esperanza y siempre la Virgen acude a nuestro encuentro y hoy la Esperanza llega desde San Martín con estas palabras a la Divina Enfermera. Muchas gracias por estas palabras con tanto sentimiento Martia.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Sentimientos de Esperanza. Ntra Sra de la Esperanza, Esperanza de Triana, por Ángel García del Castillo





Hoy he vuelto a verte, has regresado a ese trocito de Cielo que los trianeros elevaron para tí, vuelves a reinar, majestuosa, desde ese altar del que bajaste hace unos días. Siento nostalgia al no poder sentir tu mirada tan cerca y besar tu bendita mano, cierro los ojos y regreso a aquellos días de grandes colas, de miradas emocionadas, rezos, plegarias, tantas y tantas personas que ansían sentir el abrazo de una madre a la que hace tiempo no ven o ya no está entre nosotros. No hay vida sin Esperanza ni Esperanza sin vida, Triana te ha venerado, ha suspirado, como lo hace todo un barrio deseoso de ver como paseas tu arte y tu gracia por las calles de Sevilla en esa eterna Madrugá, corazones marineros que navegan por Pureza para llevarte al templo de Dios hecho Catedral. ¡Cuanta falta nos haces Esperanza! ¡cuánto amor en tus fieles y devotos!, bajaste del Cielo para bendecir a Triana, para consolar al que sufre, para escuchar al que te pide ayuda, Esperanza para los enfermos, Esperanza de los niños....¡siempre Esperanza! Cuento los días para volver a verte, soñar con decirte...¡Felicidades en tu día, Madre!. TE QUIERO ESPERANZA, ¡REINA DE TRIANA!


Ángel García es hermano de la Esperanza de Triana, es Historiador, profesor de Inglés y un defensor de las tradiciones sevillanas, agradezco su colaboración en esta sección.

Foto Rocio Mel. Dom

jueves, 19 de diciembre de 2013

Sentimientos de Esperanza. Esperanza Macarena de Madrid, por Jose Laguna Elzaurdia









Llegó el frio, y con él, las noches largas, las que empiezan cuando uno apenas tiene reposada la comida y que acaban cuando uno ya casi ni siente el sabor del desayuno en la boca. Llegó diciembre, y con él, los puestos navideños vuelven a salpicar las plazas, los niños corretean, felices, por la pronta llegada de unos Magos, que vendrán a traer regalos y que vendrán a traernos el Poder de Su presencia. Llegó diciembre, y con él, llegas tú, Esperanza.
Cada año es la misma historia, pero ¡qué historia Madre!, cuando asoma el doce en el calendario empiezo a verte la cara inquieta, han cambiado tus galas más sombrías y a ti llega la luz. Todo es luz, todo es radiante. Pero te noto impaciente. No basta esa luz para mostrar lo que quieres mostrarnos, hace falta más. Por eso, nos dispones a que lo tengamos todo listo, a que preparemos tu palacio, pues el mundo, por desgracia, vuelve a necesitar de ti, Esperanza.
Y entonces sucede, como el niño que espera pero no sabe dónde estarán sus regalos, así te encuentro yo, sorprendido de volver a tenerte con nosotros. Y el habla se me para, y no soy capaz de articular palabra. Pero es que, créeme lector, que tampoco soy capaz de expresarte lo que siento escribiendo. De expresar ese cosquilleo que me sorprende en la boca del estómago, ese asomarse al precipicio que encuentro en Tu mirada, esa palabra no dicha en tu boca que me habla. Esa presencia rotunda en tu mano postrada y que me obliga a pensar que en ella está todo, que es la mano que nos recoge a todos.
Y no quisiera apartarme, y disfruto al verte rodeada de la presencia bendita de los tuyos. Ilusión y templanza en los jóvenes fieles de las legiones que componen el ejército de la Esperanza. Emoción contenida en las caras de los veteranos que un día fueron integrantes de la primera línea de esas legiones. Y yo, que no consigo deshacer este nudo que sigue impidiéndome decirte lo que siento.
Quisiera decirte mil cosas y no puedo. Quisiera contarte, Madre, que ella reza en silencio cada noche confiando en tu amparo, confiando que no la abandones y que le regales una vez más lo que tu nombre derrama. Quisiera decirte que él no deja de pedirte por los suyos, los que están y los que ya partieron contigo. Que hoy llega a ti otro que su vida tiene sentido por Ti, gracias a Ti, que pocas cosas tiene más claras que tu eres su guía. Que hay otros que posan sus ojos en los tuyos y de ahí a tu mano, para pedirte porque protejas a aquella que acaba de llegar. Que no falta aquel que propaga tu mensaje hallen de las fronteras de tu patria, de su patria. Que, aunque ya lo sabes, los hay que llegan en el último tren, para no perder el gozo de besar tu mano. Y aquel que acude con la que recién se convierte en su fiel compañera. Tampoco falta el que acumula toda su fe en ti, que piensa en ti hasta debajo de tu Hijo. Ni, por supuesto faltan tus hijos, aquellos que son como hermanos y que bajan del norte para verte. Y se escaparán un ratito, para estar a tu lado, aquellos que, como Tú, lo dejaron todo por aquellos a quienes deben proteger y enseñar. Y no falta el que te reza todo el año desde el campo rodeado de niños. Ni aquel que sueña con que la Esperanza le acerque a su tren. Ni un sinfín más que acuden a ti.
Y yo, Madre, que sigo sin poderme quitarme este nudo, no soy capaz de decirte nada. Pero, todo empieza a tener sentido, a mi no me hace falta decirte nada, pedirte nada. Basta con mirarte, con saber que el año que viene estarás aquí y me basta con girarme y verles a ellos y saber que estarán aquí. Me basta con saber que por dos mil años más que pasen, tu seguirás viniendo y seguirás siendo la que sustente al mundo, gracias a Su Poder, gracias a tu Esperanza. Trae, Madre, déjame que vuelva anillarte la mano con mis besos, préstame tu mirada una vez más, solo he de pedirte una cosa más. Protégelos, ampáralos, se siempre Nuestra Esperanza. Esperanza Nuestra. 

Jose Laguna  Elzaurdia es  Hermano de la Hermandad del Gran Poder y la Esperanza Macarena de Madrid, es una de esas  maravillosas personas que hace dos años me acogieron como uno más de su familia cuando el Via Crucis de las JMJ en Madrid, desde aquúi agradezco su desinteresada colaboración y envío un fuerte abrazo a ese gran familia que forma la Juventud de la Hermandad del Gran Poder y la  Esperanza Macarena de Madrid