Volvió al pueblo como cada verano,las diferencias de la gran
ciudad con los pueblos pequeños son muchas,las prisas de cada mañana se
pierden,los molestos ruidos de los cláxones de los coches son sustituidos por
el dulce cantar de las aves.
Por la noche en vez de estar en casa a solas con el aire
acondicionado el televisor y el ordenador los vecinos salen a disfrutar de las
conversaciones a las puertas de las casas,se hacen corros con las sillas y los
chiquillos juegan,a los juegos que jugaban de pequeños,unos bailando el
trompo,otros saltando la comba otros al corro.
Aquellos que salieron de los pueblos para formarse ahora
vuelven siendo Padres y durante un mes o una quincena enseñaran a sus hijos
como era la vida que tenían de niños,como eran sus ilusiones y siempre en el
marco inigualable del pueblo.
Puede que no tenga la comodidad ni los servicios de una gran
ciudad o de un pueblo mediano,pero es compensado por los valores de las
personas, por sus sueños,por disfrutar de paisajes encantadores.
El sustento de esos pueblos,esos pequeños huertos ya que son
mayoría de personas mayores las que allí viven,pero allí tienen sus hijos las
casas para cuando lleguen y allí algunos
han vuelto tras su paso por la gran ciudad explotando algo más que un huerto y
vendiendo los productos en la cochera de su casa pues en ese pueblo no hay
frutería y con la que han abierto trabajan seis personas entre la recolección y
la venta,tambien hay quien ordeña cabras y quien volviendo también a la villa
por necesidades ha decidido ampliar el rebaño y fabricar unos quesos que son
degustados en las fiestas patronales,son exquisitos esos quesos.
Nuestro protagonista piensa también los recuerdos de las
fuentes emanando un agua fresca y de gran calidad,recuerda como bebía de esa
agua antes de ir a misa,hoy solo hay una misa a la semana,salvo que haya alguna
celebración,puesto que el sacerdote es párroco de varios municipios,el despacho
parroquial es una vez por semana,pero los recuerdos fluyen.
Lo positivo es que hay un ayudante parroquial durante los
días que el sacerdote da misa en los otros pueblos y que entre los vecinos que
residen todo el año y los que llegan para sus vacaciones han arreglado el salón
parroquial que durante todo el año servirá para la realización de numerosos
talleres que fortalecerá la unión de los vecinos.
Es bonita la idea piensa nuestro amigo,acercar a las
personas,empezar por estrechar lazos y crear el camino para un mundo mejor en
un presente incierto,pero es bonita la idea.
Las vecinas siguen hablando y de repente un olor,un perfume
el jazmín empieza a florecer deleitando aún más las noches de agosto con su
aroma.
Es espíritu de unión,el uso de los buenos recuerdos y
acciones es lo que nos hará más fuertes ante la tempestad,si todos caminamos
juntos, el complicado sendero será más liviano pero para ello hay que luchar
día a día.
Texto Jara
Foto Jara