martes, 7 de agosto de 2012

El Aroma del Jazmín



Volvió al pueblo como cada verano,las diferencias de la gran ciudad con los pueblos pequeños son muchas,las prisas de cada mañana se pierden,los molestos ruidos de los cláxones de los coches son sustituidos por el dulce cantar de las aves.
Por la noche en vez de estar en casa a solas con el aire acondicionado el televisor y el ordenador los vecinos salen a disfrutar de las conversaciones a las puertas de las casas,se hacen corros con las sillas y los chiquillos juegan,a los juegos que jugaban de pequeños,unos bailando el trompo,otros saltando la comba otros al corro.
Aquellos que salieron de los pueblos para formarse ahora vuelven siendo Padres y durante un mes o una quincena enseñaran a sus hijos como era la vida que tenían de niños,como eran sus ilusiones y siempre en el marco inigualable del pueblo.
Puede que no tenga la comodidad ni los servicios de una gran ciudad o de un pueblo mediano,pero es compensado por los valores de las personas, por sus sueños,por disfrutar de paisajes encantadores.
El sustento de esos pueblos,esos pequeños huertos ya que son mayoría de personas mayores las que allí viven,pero allí tienen sus hijos las casas para cuando lleguen y allí  algunos han vuelto tras su paso por la gran ciudad explotando algo más que un huerto y vendiendo los productos en la cochera de su casa pues en ese pueblo no hay frutería y con la que han abierto trabajan seis personas entre la recolección y la venta,tambien hay quien ordeña cabras y quien volviendo también a la villa por necesidades ha decidido ampliar el rebaño y fabricar unos quesos que son degustados en las fiestas patronales,son exquisitos esos quesos.
Nuestro protagonista piensa también los recuerdos de las fuentes emanando un agua fresca y de gran calidad,recuerda como bebía de esa agua antes de ir a misa,hoy solo hay una misa a la semana,salvo que haya alguna celebración,puesto que el sacerdote es párroco de varios municipios,el despacho parroquial es una vez por semana,pero los recuerdos fluyen.
Lo positivo es que hay un ayudante parroquial durante los días que el sacerdote da misa en los otros pueblos y que entre los vecinos que residen todo el año y los que llegan para sus vacaciones han arreglado el salón parroquial que durante todo el año servirá para la realización de numerosos talleres que fortalecerá la unión de los vecinos.
Es bonita la idea piensa nuestro amigo,acercar a las personas,empezar por estrechar lazos y crear el camino para un mundo mejor en un presente incierto,pero es bonita la idea.
Las vecinas siguen hablando y de repente un olor,un perfume el jazmín empieza a florecer deleitando aún más las noches de agosto con su aroma.
Es espíritu de unión,el uso de los buenos recuerdos y acciones es lo que nos hará más fuertes ante la tempestad,si todos caminamos juntos, el complicado sendero será más liviano pero para ello hay que luchar día a día.

Texto Jara
Foto Jara

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