En la intimidad del Salvador
es hermoso hacer contemplación
de una talla que es
perfección
de la obra de un escultor.
Solamente le falta andar
y salir desde su capilla
a recorrer la bella Sevilla
y oler el aroma del azahar.
Es Dios hecho madera
que en su besapiés está
sin su cruz esta vez cargar
esperando la primavera.
Es el Señor de Pasión
el reflejo de la divina madera
que en la Colegial espera
recogiendo fervor y devoción.
Texto Jara
Foto Jara
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