Domingo de Laetare, de Alegría,
que festeja Jerusalén.
A ella se acerca con armonía
el Rey que hace el bien.
Anuncia un Domingo de Palmas
y tras él la Pasión y Resurrección.
Incienso que perfuma el alma
en las letras de un pregón.
De azahar está vestido
el naranjo del jardín.
Un Hijo pródigo arrepentido
Evangelio de mucho postín.
Preparado está el olivo
para recibir a su Señor.
En el Templo los preparativos
con mucha fe y amor.
Trae alegría y Esperanza
esta jornada dominical.
Canto de mar de alabanza
en esta jornada primaveral.
Texto ; JanRoc
Imagen; El Regreso del Hijo Pródigo. Rembrandt