viernes, 3 de octubre de 2014

Siete Años de Vivencias





Siete años hace que el Cardenal Amigo Vallejo bendijera la talla de Nuestra Señora del Rosario Doloroso, siete años de la Bendición de la Madre del Cautivo.

Vivencias de aquella persona que un día buscando a alguien se encontró con esos  ojos verdes que cautivan.
Vivencias de encuentros en la Capilla Sacramental de San Ignacio de Loyola, vivencias de oración ante Ellos.

Vivencias de Lunes Santo, vivencias de estreno y de Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral.
Vivencias de Manto Macareno en la primera vez que la Señora pisó las Calles de la Ciudad.

Vivencias de Lunes Santo sin poder salir del templo, vivencias de refugio en la Colegial del Salvador y de vuelta triunfal al Barrio el Domingo de Resurrección.

Pero volvamos a las vivencias íntimas con Nuestra Madre a esos encuentros en Soledad, con nuestros Sagrados Titulares, a esos momentos de ruegos, de emoción y devoción que queda en la retina de cada persona.

Vivencias alegres, la llegada de nuevos hermanos y vivencias no tan alegres a causa de enfermedades y por el ciclo de la vida pero siempre Ella presente a nuestro lado.

Por último el recuerdo de las vivencias de aquellas personas que ya acompañan a Nuestra Madre en los Balcones del Cielo, pues ellos con sus vivencias también fuero partícipes de nuestras propias vivencias.

Siete años compartiendo nuestras vivencias, siete años de devoción, siete años los que lleva ya a nuestro lado la Reina y Madre de San Pablo. Nuestra Señora del Rosario Doloroso.

Texto Jara
Foto Jara

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