Invierno recién comenzado
y parece la
primavera,
aire con incienso
perfumado
para una estampa
señera.
Naranjos, fuente
y ventana,
coqueto patio del
Salvador,
que vive esa
semana
el besapiés de
Pasión.
El tesoro
montañesino
no carga con la
Cruz,
el Señor es el
camino
y la verdadera
Luz.
Con sus manos
maniatadas
se presenta la
perfección,
a Él las miradas
se dirigen con
emoción.
En su rostro
solera
que invita al
consuelo
de la fe
verdadera
que conduce al
Cielo.
en esa tarde
Sevillana
en torno al Señor
de Pasión,
bendita joya
soberana.
Foto Rafael de los Santos
Texto Jara
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