Decir Alberto y
Ascensión
es decir
Libertad,
la misma que
terroristas sin corazón
destrozaron sin
piedad.
Huérfanos
quedaron tres pequeños
por culpa de los
criminales,
que destrozaron
los sueños
con
circunstancias fatales.
La Calle Don
Remondo
aún tiene las
evidencias
de aquel atentado
cruel
lleno de odio y violencia.
Aquella triste
Madrugada
la Giralda lloró
dos décadas ya
pasadas
desde que eta les
asesinó.
Siempre en la
memoria
Alberto y
Ascensión,
de libertad sois
historia,
libertad que os
lleva en el corazón.
Foto Enrique Ayllón
Texto Jara
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