Las Hermandades
volvieron
a su lugar de
partida,
los recuerdos
florecieron
de las
experiencias vividas.
La aldea en
soledad,
aunque nunca está
vacía,
recobra la
tranquilidad
tras pasar la
romería.
Aunque cercana ya
lejana
la procesión de
pentecostés,
ahora sueña ya
Doñana
con lo que
llegará después.
Será una noche de
verano,
cuando vestida de
Pastora
la Virgen por los
Llanos
sea del camino
Señora.
Un goteo de
visitas
en el Blanco
Santuario,
reside Rocío,
Madre Bendita,
en un lugar
extraordinario.
Texto Jara
Foto Jara
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