Ese Domingo de
partida
un hasta pronto
es.
Su pueblo no
olvida
las huellas de
sus pies.
En su Casa
provisional,
la Fundación
primera del Carmelo,
se vive un
momento especial
junto al
Caminante del Cielo.
Una postrera y
última oración
antes de la
despedida.
Se reza con fe y
devoción
en un templo
lleno de vida.
El Señor de la
Sangre y la Soledad
quedan con su
Madre Dolorosa.
El momento de
Hermandad
se vive de forma
piadosa.
Pronto Padre
Jesús volverá
tras sus
dolencias ser sanadas.
Gibraleón de
nuevo caminará
en veredas, por Él, marcadas .
Foto; Fabián Núñez
Texto; JanRoc
No hay comentarios:
Publicar un comentario