Aquella noche de Octubre de 2003,el crío miraba con expectación todo lo que sucedía alrededor.Que cantidad de gente mujeres de mantilla y el rostro feliz en muchos de ellos.
Dos horas antes su madre lo había arreglado,el niño se preguntaba que sucedía ,la cola para entrar en el templo era inmensa pero el niño se fijaba en aquellos chavales que iban vestido de otras formas,eran las escoltad de galas de la Virgen que la hacían los músicos de las diversas formaciones que acompañan a la Hermandad.
La iglesia se llenó el Cardenal se acerco y bendijo la imagen el júbilo se palpitaba en la iglesia pero a la vez la esperanza de aquellos ojos verdes corría por todas las calles de un barrio humilde de la antigua Hispalis,la ilusión de algunas personas se hacía realidad
-Habrá que hacerlo hermano-le dijo la abuela a la madre
-Si –respondió la progenitora del niño-habrá que hacerlo y además tendremos que hacerle el traje de nazareno para el próximo año que por lo visto se rumorea que la Hermandad el día que saldrá es el lunes santo.
La celebración seguía en la parroquia de San Ignacio,el niño no atendió a la conversación de su madre y de su abuela estaba pendiente de la cantidad de gente que se ponían en fila para acercarse a la recién estrenada imagen.
Una vez que estaba delante tuvo algo de miedo su madre le apretó fuertemente la mano,y el niño se sintió consolado en su temor,pero todo desapareció cuando subió los dos escalones y se encontró con Ella,aquella imagen que había llegado para ser la Señora del Barrio,el niño se acercó y cruzó la mirada con la de aquella Dolorosa que transmitía una sensación de cobijo y refugio a todos a los que a Ella se arrimaban.
Pasó aquel día el niño antes de salir del templo se había vuelto y le había lanzado un beso a la imagen.
Llegó otro día grande aquella mañana de mediados de marzo su madre y su abuela le pusieron el hábito de la Hermandad y se dirigieron al templo de nuevo.Antes de salir a la calle desde la iglesia una mirada,en su paso se encontró a aquella Virgen y como aquella tarde de Octubre volvió a tirarle un beso y se dispuso a realizar con su madre al lado la primera estación de penitencia a la Santa iglesia Catedral.
El niño se ha ido haciendo mayor esas vivencias se han acumulado,nunca ha faltado a su cita con la Reina de San Pablo.Poco a poco va entendiendo,poco a poco sabe que significa aquella imagen.Sus familiares le inculcan esa devoción,devoción que nunca debe perderse,ya que las personas pasaremos y la imagen quedará.
La historia del niño es tu Historia Madre,con tu mirada nos iluminas,tu todo lo ves y siempre nos escuchas.
¡Dios te Salve Rosario¡ ¡Bendita eres Reina y Madre de San Pablo¡
Texto Jara
Foto Jara
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