martes, 19 de octubre de 2010

La historia del muelle


La Historia del muelle

Aquella fría tarde de otoño los alguaciles y corchetes del regidor de la villa llegaron al muelle a una taberna cerca de las atarazanas.
-¡Traigo orden de desalojo del local,el regidor de la villa cumple la promesa que le hizo al Comendador¡-grito el jefe de la ronda mientras dentro de la taberna portuaria se enseñaba el flamenco y cantes a niños y mayores que en ese lugar buscaban ganarse unos reales de a cuarto y un lugar donde poder estar después de cumplir con la Iglesia.
-¡Es imposible el regidor confirmo que este lugar sería una escuela de nuestras costumbres y tradicciones¡
Le fue entregado un papel en el que se decía que deberían abandonar inmediatamente las propiedades de la Villa ya que estas guardarían las provisiones para mantener a los que embarcarían el próximo mes en su viaje a la Española
Con rabia e impotencia tuvieron que abandonar el lugar donde habían almacenado sus recuerdos de muchos años,se quedaron sin lugar donde estar pero empezarona buscar un sitio donde cobijarse
Mientras el Comendador celebraba su victoria,había eliminado al grupo que le impedía almacenar las cosas que estaba sacando para embarcarlas una vez que el cargo de comendador se terminara,este comendador predicaba que había que ser humildes,pero la rpedicación era mentira porque mucha gente sabía que era el ser mas avaricioso y egocentrista de la ciudad.
Una tarde de noviembre un gitano que cantaba los palos como nadie se acerco al puerto,tenia ganas de aventuras en las Indias,le habían hablado de la expedición a la Española y tenia ganas de conocer el mar,y se acerco al muelle allí entre los galones se le fue la vista al antiguo local y encontró al Comendador con su sequito mirando como los estibadores cargaban la nave que iría a la India,estaban sacando las cosas del tablao en el que había dado sus mejores actuaciones ahora no tenía sitio donde ir.
Oyó al comendador gritarle a sus hombres que se dieran prisa ya que en breve llegaría el contador para ver los víveres que llevaba la embarcación y no quería que sus posesiones entraran en el recuento ya que al no ser víveres para la tripulación tendría que pagar el quinto real de la ocupación de la nave.
Una vez zarparon el almacén volvió a quedar desierto,entonces para qué lo querían ,el comendador había dejado su cargo y estaba ya en la Española,pero se encontró un problema no había llevado sus credenciales y no pudo establecerse allí,por lo que tuvo que volver y cuando llegó al no tener para pagar el quinto real se le quitaron sus posesiones y fue enviado a una cárcel cercana al Convento de la Plaza de San Francisco.
Allí cumplió su penitencia pero fue mayor ya que todas las noches tenía que escuchar al grupo que había echado de la taberna del puerto,que habían sido alojados en una taberna cercana a la prisión por una persona muy piadosa.Esa fue su recompensa ver como mientras el intentaba destruir otros construían hermosas melodías.
Dedicado a la gente de la Asociación Musical de las Cigarreras y a la Hermandad del mismo nombre por los duros momentos que están pasando y por la incertidumbre generada por la ineficacia política y por el rencor de algunos.
El justo premio para su labor no es que tengan el local del puerto,el justo premio es que tanto la Hermandad como su colectivo musical dispongan de los terrenos de la antigua fabrica de tabacos para sin coacciones y con toda la tranquilidad puedan ejercer su inmensa labor social.
Y al resto de bandas que se unan para luchar por tener lugares dignos para ensayar que no estén debajo de un puente o en un llano lleno de suciedad,su labor es inmensa y esta muy poco reconocida es el momento de reconocerlos

Texto Jara
Foto Jara

No hay comentarios: