martes, 2 de noviembre de 2010

Leyenda del día de Difuntos,el Cristo de la Guadaña


Curiosidades hay en toda la Geografía andaluza,pasajes alegóricos también,la leyenda o la historia que hoy traemos nos lleva a tiempos pasados,si bien la leyenda empieza a ser contada un año después del Terremoto de Lisboa ya que la Ermita quedó intacta,además quizás estemos ante un pasaje precedente al Triunfo Sobre la Muerte,popularmente conocido como la canina,ya que en la pintura aparece la Canina con la Guadaña.espero que sea de vuestro agrado la leyenda.
Salió de su casa aquella fría mañana de invierno y se dirigió hacia su lugar de trabajo,aquella mañana tendría que despiezar muchas reses ya que el Marqués iba a recibir en los próximos días la comitiva de los cancilleres de Portugal y todo tenia que estar bien preparado para llevar los mejores productos al Palacio.
Aun era de noche cuando entro en su carnicería y allí le esperaban ya los aprendices para otra larga jornada de despiece y venta de carnes en la plaza Vieja de la Villa,esa misma mañana le había llegado los encargos de los Dominicos y de los Carmelitas,este ultimo encargo era el mayor de los que le hacían durante el año, puesto que el último día de la novena de la Inmaculada la Hermandad daba de comer ese día a todo el pueblo,para celebrar que eran la Hermandad más antigua de la Concepción en España.
Pensó que eran demasiados los encargos y que no tendría tiempo para todos pero no podía quedar mal ni con los marqueses ni con las ordenes religiosas que se encontraban en la villa por lo que se puso inmediatamente en marcha.
La jornada se hizo larga y aún le quedaban por llevara cabo muchos encargos,sus colaboradores se iban turnando pero el no había descansado ni para tomar las viandas,delegó en su oficial y se fue a descansar a un cuarto que tenía la Carnicería.Se tumbó,cerró los ojos y se puso a descansar,pero la presión pudo con él y de repente tuvo una pesadilla,vió que se encontraba en medio del campo y que se había perdido tras ir a buscar género para atender a la villa,había pasado mil veces por aquel camino,la semana anterior lo había hecho,estaba perdido en un cruce de caminos y no sabía por cual coger,pero de repente vió como por otro camino surgía una especia de ermitaño,o un peregrino de caminos que se dedicaban a pedir limosnas para diversos hospitales vio como se acercaba y vio en el bastón en el que se apoyaba se dio cuenta que estaba muy delgado y que tendría que preguntarle hacia donde tenia que volver.
El misterioso personaje llegó a su altura entonces el maestro carnicero le hizo la pregunta.
-¨No irás a ningún lado,puesto que ya me perteneces¨-respondió el del hábito negro
-¿pero quién eres?,no te conozco,solamente quiero volver a mi casa -respondió el carnicero
-Ahora soy tu dueña,me perteneces acércate-ordenó la misteriosa figura
El Carnicero espantado se acercó y cuando llegó a su lado pudo comprobar que sus manos eran hueso que el bastón era una guadaña y que una vez retirada la capucha de su hábito la cara era una calavera. Quiso gritar pero ya era demasiado tarde la muerte lo estaba atrapando.
Despertó de la pesadilla,se echó agua estaba mas relajado pero al acercarse a otra sala del edificio el espanto volvió,un ruido le sobrecogió,abrió la puerta de aquella sala y para su sorpresa aquella canina apareció en la vida real,llamó a sus ayudantes,se dio cuenta que aquello era un cuadro que estaba emparedado y que solo se visualizaba la canina con su guadaña y un Lema que ponía MIRA, QUE TE MIRA DIOS,inmediatamente rescataron el cuadro en el que había un hermoso crucificado que había desaparecido muchísimos años atrás y que se tenía por milagroso.
La serenidad de Cristo ante la muerte era maravillosa,inmediatamente se acercó allí un sacerdote llamado José Vicente Pizarro que sabía la leyenda de aquel crucificado y pidió al Concejo de la Villa y al Arzobispo de Sevilla licencia para construir allí una ermita,la condición que puso era que se debería hacer con limosnas,auqnue antes de empezar su construcción aquel Cristo empezó a obrar milagros por lo que inmediatamente llegaron limosnas y peregrinos de todos los lados.
Los carmelitas regalaron una imagen de la Inmaculada para que acompañara al Cristo,y allí tuvo su ermita y siguió obrando milagro.
Hoy en día la Ermita se sigue llamando Cristo de la Guadaña,y en ella sigue estando el cuadro con el crucificado milagroso que tiene a los pies la guadaña.
En el cuadro se contempla el Triunfo de la Muerte sobre Cristo,pero será in triunfo momentáneo ya que la vida volverá a triunfar y la cruz vacía quedará como símbolo de la victoria sobre la misma canina,que feliz por su conquista luego tendrá que cavilar sobre su derrota y con su guadaña ya no levantada en señal de victoria sino caída tras su derrota

Texto Jara
Foto Jara

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