lunes, 14 de noviembre de 2011

Un Manto de Patrocinio


Se acercaba el tren hacía su destino final en la Estación de Plaza de Armas o de Córdoba.De nuevo el aire de Sevilla,quería acercarse a ver el Santísimo Cristo de la Expiración,por lo que salió de la Estación y se dirigió a su derecha en la salida,en esos momentos había cambio de guardia en el Cuartel que estaba allí situado,siguió caminando y pasó frente al polideportivo y el tapón de Chapina,una necesidad imperiosa que permitía que las crecidas del río no inundaran la Vega trianera,pues no siempre fue así,antes por allí pasaba el río,levantó su mirada y se fijó en el solitario monasterio de los cartujos, que se encontraba frente a las vías del tren separados por el cauce del Río Grande .
Cuantos recuerdos en la lejanía,ahora iba a pie pero muchas veces había cogido su coche y había cruzado el eterno atasco de Torneo y había pasado minutadas frente al muro que separaba la calle de las vías del Tren,había gente a esa hora en el polideportivo y un autobús urbano de color azul pasó por su lado,el autobús iba repleto de gente,domingo por la mañana,gente que iba a orar a sus imágenes.
Esos recuerdos afloraban en la memoria,volvía a sus raíces trianeras después de mucho tiempo,volvía a la Cava,lugar del cual quitaron las casitas bajas para que otros allí vivieran,curioso emigró de su barrio,del arrabal en el que pasó su infancia de aquellas calles de albero en las que jugaba a la pelota,mientras su abuela vestida de negro le llamaba para comer una vez preparada la comida,eran otros tiempos,tiempos en los que las casas estaban abiertas de par en par en los que se compartía en los que todo un barrio se enteraba de si había nacido un niño o si había fallecido un anciano,cuando abandonó la Cava abandonó su infancia,pero la vida da muchas vueltas y tuvo que emigrar para encontrar trabajo.
Hoy volvía de nuevo, hoy volvía a su casa,había cosas nuevas y otras que seguían,entre las nuevas,que veía por vez primera la nueva imagen de la Virgen del Patrocinio,la Virgen aquella mañana de domingo lucía hermosa y lucía el mismo manto que tenía la Virgen de la foto que le había acompañado en aquellas tierras lejanas,se postró ante Ella y oró.
Siempre llevaba a su Virgen del Patrocinio y siempre su amparo tenía allí donde estuviera,hoy vuelve y se fija en el azulejo de la imagen que cada viernes santo acompaña al Gitano de la Cava,han pasado años del primer encuentro con la nueva imagen,pero como antes hay cosas que cambiarán,el polideportivo de Chapina hoy es de nuevo el río cruzado por un puente que se llama Cristo de la Expiración,ya no existe el muro de Torneo ni existe el cuartel,la Estación tiene otros usos,pero de todo y aunque tras aquel primer encuentro la imagen de la Virgen fuera nueva para él,lo que no cambió fue el amor que le profesó a la Virgen del Patrocinio ni el amparo con el que la imagen tiene en su manto para cubrir a sus hijos.Pués María la madre de Dios siempre es auxilio y consuelo y como en esta historia Patrocinio de nuestras vidas.

Texto Jara
Foto Jara

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