lunes, 28 de noviembre de 2011

El retratista.Breve cuento de tiempo de adviento.


En una plaza de Sevilla se situaba una vez un hombre que se dedicaba a hacer retratos a las personas que por allí pasaban y querían retratarse.
En realidad esta persona era un profesor que una vez llegado el tiempo de adviento le preguntó a sus alumnos que como diferenciaban ellos la noche del día y cómo sabían cuando este llegaba.
El obtuvo varias respuesta,por ejemplo que se sabía cuando llegaba el día al poder distinguir los animales o bien cuando se podía distinguir entre los distintos árboles,hubo respuestas de varios tipos pero el profesor no halló la que estaba buscando.
Entonces explicó cual era para él el momento en el que sabía que llegaba el día y acababa la noche su respuesta fue que el día llegaba cuando veíamos el rostro del hermano y en el identificábamos a Jesús.
Pensó nuestro hombre ya jubilado en aquellos hermosos años y siguió retratando en la plaza Sevillana a las personas que se lo pedían.
Pues bien una vez llego un borracho y le pidió que lo retratara que traía el dinero y que lo había visto muchas veces hacer hermosos retratos y nuestro hombre aceptó con mucho gusto.
Se puso manos a la obra y empezó a retratar a aquel borracho,siguió hasta que terminó la obra,allí se acercó el retratado y se quedó maravillado con lo que vieron sus ojos,entonces se dirigió hacía el retratista haciéndole saber que no era aquél,entonces la respuesta fue que si era él solo que había dibujado el bien y la persona que había tras aquellas barbas y aquella ropa destrozada,le hizo saber que allí habñia otro ser y que la sociedad no podía volverle la espalda y que en aquel rostro veía a un hermano al que trataba de ayudar.
Un año después volvió a pasar el mismo hombre por allí con un aspecto totalmente cambiado y agradeció los consejos dados y la ayuda para cambiar su camino.
Poco tiempo después nuestro maestro dejo de hacer retratos y dedicó su tiempo a cuidar de jardines,sigue paseando por aquella plaza pero el día que se encontró aquel hombre que le pidió un retrato lo tuvo claro en aquel hombre había un hermano al que había que ayudar y así lo hizo.
Hemos entrado en el tiempo de espera Del Que viene,hemos entrado en tiempo de Esperanza,Esperanza porque la persona que llegará se dedicada a hacer el bien,pero en cualquier tiempo litúrgico podemos hacer el bien ayudando a personas que lo pasan mal,no miremos con la vista como los alumnos y miremos con el corazón,la felicidad en el rostro de un hermano es el regalo más hermoso que podemos tener en estas fechas que se acercan.

Texto Jara
Foto Jara

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