La Virgen de la Cinta
baja desde el Conquero
al son de los campanilleros.
Con el frescor del amanecer
el tercer domingo de agosto
enseñará a la mañana su rostro.
Vendrá del blanco Santuario
caminando por la ladera
a calles de sabor portuario.
En septiembre a su casa volverá
pasando por la Merced
tras en la Concepción estar.
La Vega larga la despedirá
en un traslado muy popular
y desde los balcones se le cantará.
Se irá acercando al Humilladero
allí donde apareció,
en las plantas del Conquero.
Y a su casa volverá a entrar,
para desde lo alto de Huelva
a la ría y a sus
barquitas cuidar.
Texto Jara
Foto Jara
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