En una tarde
calurosa
desde la Iglesia
Prioral
se vio una
estampa preciosa
en una jornada
especial.
Desde el Mayor
Dolor
buscaba ya la
Asunción,
era tarde de
fervor
y llena de
devoción.
El Castillo y sus
laderas,
las vistas
hermosas,
septiembre se
hizo primavera
con imágenes
gloriosas.
Las Calles
empedradas
sentían pies de
costaleros,
las casas
encaladas
engalanadas con
mucho esmero.
Así el Señor
procesionó
por las calles de
Aracena
de gala se vistió
esa noche Sierra
Morena.
Texto Jara
Foto Jara
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