La Madre Nazarena
celebró su día,
ese día su pena
se convirtió en
alegría.
Estaba en su
capilla,
nuestro beso
esperando,
la corona
reluciente brilla
mientras las
velas van crepitando.
Detrás está su
Hijo,
a la Cruz
abrazado,
junto a la Madre
Cobijo
de quien precisa
ser ayudado.
En la Matriz
olontense
el incienso deja
su aroma,
un pequeño
impaciente
para darle un
beso asoma.
Día de los
Dolores
en la Hermandad
del Nazareno,
María flor de las
Flores
que guarda el
Corazón sereno.
Texto Jara
Foto Jara
No hay comentarios:
Publicar un comentario