El Tamarguillo
fue cruzado,
objetivo de la
Santa Misión,
allí el Señor fue
llevado
entre un mar de
devoción.
En la Blanca
Paloma
o en la
Candelaria,
la nube de
incienso aroma
a las visitas
diarias.
Con Él, la
Esperanza y la Caridad
también visitaron
Santa Teresa,
inmensa allí la
humildad
de la talla de
Juan de Mesa.
Volvió el Señor a
su Casa
en el Corazón de
Sevilla,
pero por donde
pasa
queda sembrada la
semilla.
Semilla que debe
germinar
tras los momentos
vividos.
El Gran Poder al
caminar,
venció, con la
Fe, al olvido.
Imagen y Texto; JanRoc
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