Tres décadas
después
volvió a vivirse
el momento,
caminando sobre
los pies
llegaba el paso
al Convento.
Nuestro Padre
Jesús Nazareno
y la Virgen de
los Dolores,
en un Alto del
Carmen lleno
fueron recibidos
con honores.
Bajo la portada
carmelita
volvían de nuevo
a cruzar,
ambas Tallas
Benditas
tras por el
pueblo procesionar.
Ahora la estampa
fue diferente.
El paso de
costaleros
los titulares y
su gente
tras un recorrido
certero.
La Calle de la
Amargura
en la Casa del
Carmelo.
En el Alto, la
Dulzura,
bajo un
estrellado Cielo.
Texto y Foto; JanRoc
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