La Marisma Solitaria
tras pasar la
romería.
Recibe una deuda
plegaria
cargada de
melancolía.
La celebración ha
terminada.
Llega de nuevo la
calma,
al lugar que ha
cautivado,
el interior de
cada alma.
Empieza un nuevo
Rocío
con la Aldea en
Soledad.
Un silencio de
tronío
recorre cada Casa
Hermandad.
De vuelta por los
caminos
volvieron
carretas y Simpecados.
Ahora llegan los
peregrinos
que el sosiego
han buscado.
Marisma y Blanco
Santuario
son la perfecta
conjunción.
La Virgen recibe
a diario
rezos desde el
corazón.
Imagen y Texto; JanRoc
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