viernes, 15 de enero de 2010

La Rosa del Cerro


De nuevo pasó la Señora de los Dolores a su lado,de nuevo el palio de la Hermandad del Cerro se dirigía desde la zona donde estaba ubicado el Polvorín de Santa Bárbara al centro de la ciudad.Mientras el palio se alejaba ella volvía a contar los minutos que quedaban hasta que la Señora del Cerro estuviera de nuevo en las calles del barrio del cual Ella era Reina.
Pero se acordaba de las personas que no estaban de su madre,pero sobre todo de su abuela la que le inculcó toda la Fe y devoción en aquella Dolorosa en cuyo rostro se veía el desgarro por la pérdida de su Hijo.
Pensó que la de su barrio y la de su Hermandad era una historia de superación y nunca mejor dicho.
El Cerro tuvo una primera desgracia el 13 de Marzo de 1941 cuando el Polvorín de Santa Bárbara estalló dejando a muchísimas personas sin casa,una vez reconstruído el Barrio y cuando parecía que sus vecinos levantaban cabeza vino la gran riada que lo inundo todo,en el Cerro y en Amate ya residían gentes que fueron despojadas de sus posesiones en Triana,maldita la especulación y maldita la mala suerte que no se apiada de loos humildes y de aquellos que lo han perdido todo.
Pero aquella gente tenía su fe y aquella gente se llevó su devoción,a primeros de la decada de los 50 el barrio se llenaba de gente que venían del Andévalo onubense a trabajar en la textil Hytasa,esta gente trajo consigo la devoción de la patrona de aquella comarca e hicieron que al barrio se le añadiese el título del Águila en honor del lugar donde se ubica la Virgen de la Peña.
Pero su abuela le decía que estaban aún huérfanos,fue entonces cuando llego Ella cuando vino a aliviar la carga de tantas penas que había tenido la buena gente de aquella zona.
Alguien con quien hablar un ratito y te escuchara,alguien a quien orar,ni mas ni menos que la Madre de Dios con el nombre de Dolores,entonces le vino a la memoria las primeras veces que se acercaba a verla y aquellas procesiones de Viernes de Dolores por su barrio.
Luego junto a su madre y su abuela vivió aquél mítico año 1989 en el cual la Dolorosa volvía durante unas horas a dejar a su Barrio Huérfano para cautivar el corazón de la ciudad,fue entonces cuando su abuela se sentó en el salón de su casa y se puso a contar los minutos para que su Reina regresara.
Hoy su abuela y su madre estaban en la memoria,pensó que estarían acompañando a la Virgen en su caminar hacia el Centro,unas molestias que arrastraba de tiempo atrás no le permitían ese año acompañarla al centro y así orar por sus familiares,por lo que decidió que haría lo mismo que su abuela contra los minutos hasta que Ella regresara y pedir para que le diera fuerzas para volverla a acompañar cuando el palio encarara la zona del Matadero y la larga Avenida de Ramón y Cajal.
Como esta Señora nuestros abuelos nos enseñaron sus tradiciones,ellos eran los primeros en acercarnos a ver las devotas imágenes,el caso del Cerro es hermoso,puesto que muchos tenemos un gran cariño por esta hermandad porque nuestros abuelos vivían bien allí bien en Amate,pero es un sentimiento especial ya que los antepasados levantaron aquel barrio y lo vieron sin concluir hasta tener una imagen a la que rezarle,esa imagen es la Virgen de los Dolores la Rosa Del Cerro,y si alguna vez os acercáis el Martes santo en su slaida procesional fijados en las inmediaciones de la iglesia en el primer cruce de Afán de Ribera veréis como allí hay una señora mayor que cuenta los minutos que faltan una vez el palio pasa a su vera

Texto:Jose Antonio Rodriguez Angel
Foto:Jose Antonio Rodriguez Angel

1 comentario:

luigi dijo...

Muy emotivo y cargado de sentimiento; Sentimiento que es la Fe viva de todo un barrio que se aglutina cada Martes Santo en torno a su Bendita Madre, la Virgen de los Dolores, piedra angular de la vida de todos aquellos que vieron nacer y crecer a un barrio, que cada primavera se echa al camino como el viejo peregrino, para acompañar a sus benditos titulares y que dan ejemplo de honda devoción cada año a una Sevilla que los espera espectantes y con los brazos abiertos. Barrio, que fijense por donde con las paradojas de esta nuestra Semana Mayor, se hace compañía del Cristo que tiene por nombre Desamparo y abandono; Si es que en la tierra de Maria Santisima todo escapa a la logica y se deja guiar por la Fe y el hondo sentimiento del alma.