jueves, 1 de agosto de 2013

La Luz de la Estrella





Caminaba tranquilamente por San Jacinto en una noche de verano,había tiempo, las terrazas aún estaban llenas de gente.
Avanzaba hacia el Altozano, habiendo dejado atrás el convento y la Capilla de la Estrella, se dirigía al Guadalquivir para ver si aquella calurosa noche corría aunque fuera una pequeña brisa que mitigara el calor.
Le gustaba muchas veces andar solo, contemplar la ciudad desde distintos puntos de vista, pero aquella noche al llegar al balcón trianero de la Calle Betis sintió una inmensa soledad.
Soledad y una pena muy grande corrían de la mano por su corazón, mientras otros se divertían, contemplaba la maravillosa vista que tenia justo en frente sin poder admirarla en todo su esplendor, porque notaba que algo le faltaba y ese algo mezclado con la melancolía creaban una situación difícil de superar.
De repente sopló una brisa que no sabía averiguar de donde venía, de repente sentado en la bancada de la Calle Betis, notó, previo pequeño susto eso sí, como un abanico con su movimiento le refrescaba la cara y con ello el alma.
-          He venido a buscarte, sabía que lo estabas pasando mal cuando te vi apenado y noté que ibas buscando la soledad para huir de la pena- le dijo aquella persona
Levantó su rostro y se encontró una mirada de ojos verdes que podía ser el mismo paraíso , un color tan hermoso que traía el consuelo por si mismo.
La persona que le acompañaba entonces sacó un pequeño camafeo con la Virgen de la Estrella y recitó un poema mientras le ponía en la mano el camafeo.
                        ¨A mi vida trae calma
                          cuando más la necesito
                          ella cuida mi alma
                          con un amor infinito¨

Oído aquellos versos se puso a llorar, eran lágrimas de alegría, se podría decir que había roto la coraza de la pena, aquella persona era amiga de las de verdad, de las que nunca fallan y así alivió a una persona necesitada.
Va por aquellas personas que siempre dan su mano en los peores momentos, personas que sienten un inmenso cariño por los que le rodean, personas que aparecen como Estrellas en el cielo para iluminar y evitar la oscuridad de la noche del alma.

Foto Arturo Merino

Texto Jara

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