miércoles, 9 de abril de 2014

Joyas de Sevilla.Convento de Santa Isabel





En la collación de San Marcos se encuentra una hermosa y típica plaza Sevillana con una preciosa fuente en su centro y en el fondo se encuentra la fachada de la Iglesia Conventual de Santa Isabel, el Convento pertenece a las Madres Filipenses y además de ser una joya arquitectónica entre sus muros alberga autenticas maravillas desconocidas para la inmensa mayoría.
Mucho tiempo se había esperado para conocer Santa Isabel y lo que guarda con tanto mimo, pero ha merecido la pena conocer la Iglesia del Convento y disfrutar del patrimonio que atesora.
Llegó el día, la excusa perfecta para visitar el besamanos del Cristo de la Misericordia, un día maravilloso, sobre el mediodía llegamos a la Plaza y entramos al interior de la Iglesia, allí y a diferencia de los multitudinarios besamanos y besapies de la jornada nos encontramos con un besamanos de lo más íntimo y exquisito, la sencillez marcaba el paso, pero el marco en el que se encontraba era de lo más hermoso visto en esta cuaresma, sencillo, el Cristo ubicado delante del altar principal, el Cristo de la Misericordia talla magnifica del Insigne imaginero Juan de Mesa , domingo de Juan de Mesa puesto que ese mismo día se podía besar las maravillosas tallas del Cristo Yacente, Del Cristo de la Conversión y del Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de los Estudiantes.
Pero volviendo a Santa Isabel , a ese lugar único y rodeado de la Sencillez dentro de tan magna joya , allí delante del altar mayor la gran obra de Juan de Mesa un crucificado maravilloso digno de admirar, pero tras sentarse en uno de los bancos del templo, se da uno cuenta de cuanta maravilla esconde Santa Isabel, empezando por el grandísimo Crucificado de la Misericordia, delante el maravilloso altar principal pero si uno vuelve la vista hacía atrás se encontrar con una maravillosa talla de San Juan Bautista obra de Martínez Montañés.
Y dentro del refectorio encontraremos una hermosísima Pastora obra del que para que escribe fue sin duda el mejor imaginero mariano del siglo XX, Sebastián Santos Rojas.
Volviendo a la Iglesia encontraremos otros altares dignos de ser admirados y hermosas pinturas que nos dejarán maravillados, por último y pidiendo perdón por no enumerar toda la grandeza de este espacio único, destaca la talla del Nazareno, talla que podría ser otra de las joyas que brindó en el Siglo XVII el insigne imaginero Ruiz de Gijón.
Lejos de los cultos multitudinarios merece la pena disfrutar de cultos tan íntimos y en lugares tan maravillosos, cercanos y a la vez tan desconocidos para el público en general, sin lugar un conjunto de lo más sublime el del Convento de Santa Isabel.

Texto Jara

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