sábado, 18 de junio de 2011

La Esperanza en el camino


Traemos hoy al Blog una historia,que podemos observar una y mil veces en cualquier templo y ante cualquier imagen,puesto que es bonito ver como nos dirigimos ante nuestras devociones para orar,para pedirles o simplemente para estar un rato en su compañía.




Aquella tarde volvió a la Capilla de los Marineros como hacía a menudo,se puso ante la Esperanza y allí empezó a contarle lo que sucedía.
Llegaba una época complicada y llegaba el momento de ver el futuro y de conseguir su sueño.
Mucho había sido el trabajo y la dedicación,mucho el esfuerzo,era el momento de enfrentarse al destino,ahora aquellas personas que la apoyaban no podían participar en esos momentos cruciales de su vida,no podían participar en ese acto pero si la estaban apoyando todo lo que podían para que todo fuera bien y para que el resultado fuera el mejor posible.
Allí se postró ante la imagen de tez morena y elevó sus oraciones y sus plegarias,antes de pedir por ella pidió por los hermanos necesitados y luego si en su interior pidió el auxilio a la Santísima Virgen.
Salió de la Capilla reconfortada y se dijo que volvería para compartir con la Virgen el resultado tanto si era positivo como si era negativo,por una razón clara la Señora había estado siempre en su vida,era la amiga a la que se le podía contar determinadas cosas,es la Madre que siempre había escuchado,es la veneración que se encuentra en la cabecera de su cama,siempre Ella en su vida,tanto en lo momentos malos como en los buenos.
Mientras caminaba dirección al Altozano en la calurosa tarde llegó a su bello rostro una brisa del oeste y un viento de poniente que alivio el calor en aquella tarde y se dijo para si misma que era un regalo de la Virgen poder disfrutar de aquel aire mientras regresaba a su casa para retomar sus estudios,ahora caminaba más tranquila,su esfuerzo había sido loable durante todo el año y ahora ya le había contado a Ella la situación que iba a llegar y afrontaba con mucha responsabilidad y sobre todo con mucha ilusión el reto que se disponía afrontar.
En la Capilla quedó la Madre que oyó sus súplicas y puso la Luz de su Faro dirección a buen puerto para que el esfuerzo tuviera su recompensa y que si Ella lo dispone así sea.




Historias como estas suceden a diario ante cualquier imagen,pero es cierto que cada persona tiene una devoción predilecta,en este caso la Esperanza de Triana,el final de la Historia está aún por llegar,nuestra Madre ha escuchado las súplicas y oraciones de una de sus hijas,habrá visto el esfuerzo de las personas que por allí pasan cuando piden algo y si nosotros hemos puesto el granito de arena para que sea más fácil lo que le pedimos,como Capitana de la nave de nuestra vida Ella la pondrá dirección al puerto deseado.
Dedicado a aquellas personas que se esfuerzan a la hora de afrontar los retos y que tienen a Nuestra Madre y Señora como Faro para iluminar la travesía de sus vidas.

Foto Manuel Antonio Rodríguez Madrigal
Texto Jara

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