sábado, 2 de noviembre de 2013

El Calavera arrepentido. Leyenda del día de Difuntos





Quiso llevar la apuesta hecha con otro vividor de la alta nobleza, aquel Sevilla del Siglo XVII era aún la Puerta de las Indias y allí se vivían escenas románticas y no tan románticas.
El Galanteo estaba a la orden del día y los encuentros de espadachines en las Calles eran todas las noches frecuentes.
En este caso y ante la presión del alguacil y sus corchetes el encuentro se celebro en uno de los cuartos de la Cárcel Real, allí fue donde aquel año aquellos dos hidalgos se fueron a encontrar, ambos pertenecían a la nobleza de la ciudad y ambos habían servido bien en los tercios Flandes o bien en los de Nápoles, estaba por disponer quien más tropelías había hecho durante el último año, se fueron poniendo las cartas sobre la mesa y ambos estaban muy parejos en sus andanzas, por donde habían pasado estragos habían ocasionado, muertes engaños a mujeres, robos incluso sacrilegios pues  uno de los dos había perpetrado una de sus acciones maquiavélicas dentro de un Convento con una novicia.
Pero mientras se celebraba el velatorio de un conocido rufián que había asestado con su daga varias puñaladas a un corchete, sucedió algo inesperado se presentó allí una mujer diciendo que en un cementerio cercano a la Cruz del Rodeo  habían enterrado los restos de un Marqués con todos sus tesoros , así mismo como un testamento con el que dejaba en herencia todo su patrimonio a la persona que descifrara un acertijo, que debería empezar en su tumba el día de los fieles difuntos, pero la condición era esa solamente una persona podría acceder una sola persona y que entre los que quisieran ganar aquella herencia no podría cometerse delito de sangre.
La picaresca se puso en marcha y uno de ellos gano la partida creando una historia acusando al otro ante el Santo Oficio por robo.
Iba concluyendo todos los Santos y se acercaba el día de los fieles difuntos, tal como había dicho la mujer  una persona accedería a aquel  Camposanto para buscar la primera pista, el truhán se acercó a la tumba fue a leer el epitafio, cuando de repente le dieron con un objeto metálico en la cabeza, empezó a  soñar  y soñó que las ánimas de aquel lugar le perseguían y así estuvo soñando bastante tiempo,  cuando despertó con el dolor, los corchetes estaban allí y la persona de la tumba estaba presente, se trataba de un comerciante al que había robado años atrás dejándolo en la ruina, esta persona tuvo que emigrar a las Indias y volvió de nuevo con una inmensa fortuna, al enterarse que aquel calavera había vuelto decidió hacerle una emboscada y así lo consiguió , cayó en la trampa y no le quedo mas remedio al Calavera que bien ingresar en una orden mendicante o acabar el resto de sus días en las galeras, para no manchar el nombre de su familia el truhán decidió hacer el bien entregándose a los demás y así fue ayudando a las personas necesitadas.

Texto Jara

No hay comentarios: