Es una tarde helada
en la Bella Sevilla,
es tarde de Inmaculada
se visita una capilla.
Coqueta capilla franciscana,
hermosa joya escondida,
tesoro de belleza sevillana
ese día lleno de vida.
En el altar, la hermosura
de la Virgen Bendita,
en su rostro la Dulzura
al recibir la visita.
Dulce Virgen María
con su hermoso niño
conjunto de la armonía
lleno de maternal cariño.
Es la Aurora franciscana
una luz gloriosa,
bella estampa mariana
en una talla hermosa.
Texto Jara
Foto Jara
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