jueves, 7 de abril de 2011

Spes Nostra


Hay veces en las que las personas nos sentimos necesitadas de cariño,de un consejo,de un abrazo o de un beso.
Hay veces que parece que sin querer irremediablemente nuestra vida naufraga,pero siempre hay una luz y un faro que nos guía.
La Historia que hoy traigo a colación es una historia que puede sucedernos a cualquiera,porque ninguno estamos libres de sufrir enfermedad y que algún familiar nuestro la padezca.En esos es cuando aparecen los amigos de verdad,los que dan la cara por uno y es cuando la persona afectada ve que merece la pena luchar.
Se había derrumbado aquella mañana y mientras iba a su destino llamó por teléfono,la persona que se lo cogió le pidió que no se preocupara,que allí estaría a la hora convenida,pero la vida tiene sus caprichos y de Ellos no nos libramos,la carretera a veces tiene sustos y en uno de ellos se quedó dos horas parado,
- ¿Y ahora qué hago?- se preguntó así mismo.
Pero la Virgen es misericordiosa y antecede ante Jesús,Ella es el Faro que nos lleva al puerto que el Señor nos tiene prometido,y por más que caemos siempre hay una Esperanza que ayuda a levantarnos.
Y así fue al llegar al lugar de destino al poco tiempo apareció ella,siempre apoyando,siempre intentando poner una sonrisa y ofreciendo su hombro para desahogar al hermano necesitado.Así el mundo es mejor,así todo es mas sencillo,así siempre hay un cirineo que anima ante el dolor de la persona que lo está pasando mal.
No le importó compartir su tiempo con el Hermano necesitado,no le importó que estuviera cansada,simplemente lo importante en aquel momento era intentar que en aquellos ojos apagados se encendieran una luz y lo consiguió.
A la mañana siguiente dio un largo paseo y se dirigió al lugar al que quería haber ido la tarde anterior pero que por las circunstancias no se pudo hacer y allí se encontró con la Madre de Dios,la tuvo muy cerca y le dio las gracias porque allí siempre encontraba un auxilio y se sentía reconfortado.Y de allí salió aliviado,la tuvo tan cerca que si extendía el brazo casi podía tocarla.Pero otra vez en parte recuperó la alegría y dio gracias por el apoyo recibido en todo momento.
Esa es la fe,esa es la ilusión de ayudar,eso son los motivos para ante los trances más duros de la vida sonreir.Esa es la Esperanza,la que desde la Calle Pureza nos cuida y nos envía a buenas personas en el momento que peor lo estamos pasando y esas personas que acuden son las que tienen valores, las que levantan un mundo que va a la deriva y las que ponen la sonrisa en el necesitado sin pedir nada a cambio.
La historia tiene a la Señora de Triana reflejada,pero cualquier imagen,por mucho que algunos digan que son simplemente trozos de madera,tiene mas de mil historias como ésta detrás.Así de hermosa es nuestra fe.
Dedicado de todo corazón a aquellas personas que cuando ven a otra mal les falta tiempo para ir al auxilio de la persona necesitada de un consuelo.De todo corazón gracias

Texto Jara
Foto Jara

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