Llegó el verano a la ciudad con el calor asfixiante,hoy uno pasea por las calles y ya no se ve apenas gente tomando el aire en la puerta de su casa,el aire acondicionado y el calor desmesurada en algunas noches de verano,así como la gente que puede permitirse irse a la playa,la gente que no sale de casa por ver la tele o estar en el ordenador hace esté perdiendo una forma de vida enriquecedora en todos los sitios,el aprendizaje de la calle,el estar en contacto con los vecinos,el tomarle el pulso a la ciudad o al pueblo de cada uno.
Recuerdos de las abuelas o de las madres en las puertas de las casas en los corrillos de vecinos que se hacían en las aceras,el de los abánicos y las botellas de agua,el de las buenas noches al viandante o el de poder entablar conversación con una persona,todo se va perdiendo,como también se van perdiendo los valores,el avance de la sociedad no significa dejar atrás cosas que para el día de mañana nos pueden ser muy útiles,está muy bien el poder de convocatoria y la posibilidad de comunicarnos por teléfono,redes sociales,pero estamos perdiendo el contacto cercano con las personas de nuestro entorno.
Es día de Santiago,habrá un barrio en Sevilla que celebre su festividad y con el su Iglesia,me viene a la memoria canciones del Pali sobre el Corral del Conde.
Los Corrales donde se conocían todo el mundo,esas puertas que daban entrada a un gran patio que se situaba en los barrios del centro de la ciudad.
Aquellas casas comunales que pasaron a la historia cuando la ciudad fue creciendo en dirección a Luis Montoto,aquellos pequeños apartamentos donde se colgaba la foto de la Reina del barrio que estaba a unos escasos metros en una iglesia blanca salpicada de color albero y rodeada de naranjos,los colores y el árbol de nuestra tierra.
Y su flor el azahar perfume que nos impregna cada primavera,y flor que luego se convierte en naranja para que los niños jugaran con ellas como si de una pelota verde y pequeña se tratara,como se ha perdido eso en cada uno de nuestros pueblos,hoy los niños desde muy pequeño prefieren el ordenador o el videojuego,de vez en cuando nos venden la moto de que con estos avances tecnológicos se hace deporte,pero y el contacto con otras personas,donde quedan las madres comiendo pipas en la plaza mientras de sus hijos están pendiente y charlan.
Así queda el Corral y centro abandonado de murmullos de chiquillos y ya solo van quedando ancianos que muchas veces solos se encuentran y muy pocas veces son visitados.
Pero todo se vuelve murmullo y multitud la tarde de lunes santo,cuando el palio de la Virgen del Rocío inicie su camino hacia la Catedral para volver por San Leandro o como este año por los Jardines Murillo.
La Virgen del Rocío de Santiago,aquella flor del naranjo de la plaza que se encontraba en los apartamentos del Corral del Conde.Todo ha cambiado pero algo queda de ese pasado el frescor del Rocío en una calurosa tarde de Verano.
Texto Jara
Foto Jara
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