Al mirar la torre de Santa Catalina en el estado de abandono actual a uno se le viene a la memoria la lucha de una Hermandad que en ese templo debería estar y que ahora se encuentra en el exilio de San Román.Exilio que no es la primera vez en la historia que sucede pero quizás si el más largo y doloroso de todo.Aquí una leyenda para contar un poco la Historia de esta hermosa talla.
Aquella mañana de octubre de 1868,aquellos hombres levantaron el altar para llevárselo a la Iglesia de los Terceros,había que irse a todo prisa,había que sacar a la Señora de allí lo antes posible,los soldados habían llegado sin previo aviso y se habían hecho cargo de la Iglesia.
Los devotos de la Virgen inmediatamente levantaron el altar y cogieron a su imagen para trasladarla lo más rápido posible,una persona mayor que por allí se encontraba exclamaba ante los soldados que maldito siglo,no habían tenido bastante con los franceses y con la desamortización que ahora la Junta Revolucionaria volvía a la carga contra la devoción del pueblo.
Por suerte sacaron a su pequeña imagen tallada un año antes por Gutiérrez Cano,fue una mañana lluviosa de mucho sufrimiento pero había merecido la pena poco después los soldados derribaban para siempre un altar,para apilar allí madera para la construcción de ferrocarriles.
Mucho sufrimiento en aquellas jornadas pero pasado un tiempo,con más ilusión volvían aquellos creyentes a los Terceros,cada mañana y cada tarde le pedían a aquella bendita imagen que volviera a su casa.
En 1869 los cultos a la Señora se tuvieron que celebrar en los Terceros,pero aquella imagen de con cara de niña les tenía guaradada una agradable sorpresa a aquellos devotos,tres meses más tarde la imagen volvería a su casa de Santa Catalina y la primera misa en la vuelta a casa el día del rosario sería en su honor.
Los devotos de aquella pequeña imagen con su sacrificio y su devoción habían conseguido en muy poco tiempo muchas cosas y así siguieron luchando poco a poco para agrandar su devoción y su patrimonio.
A veces la historia se puede repetir y ya sea por una cosa o por otra lo cierto es que esta hermosa talla hoy otra vez no se encuentra en su casa,por desgracia lleva mucho tiempo fuera de Ella, ojalá pronto empiecen las obras y esta pequeña imagen vuelva a su casa y a su altar.
Foto de José Javier Comas González al que agradezco su colaboración
Texto Jara
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