Tiene una Reina Nervión
de bellos ojos azules
que se llama Consolación
y en su manto a sus
hijos cubre.
Azul como el cielo
es esa bella mirada
con ella da cobijo
una Madre Hospitalaria.
La Sed del Hijo calma
y a lo lejos lo mira,
como fondo la Giralda
hacía la que camina.
En el Madero el Señor,
con cuatro clavos crucificado,
sufriendo el cruel dolor
por ver a su pueblo salvado.
La Virgen es Madre Nuestra,
al serlo de la Iglesia
y su amor nos muestra
con una gran clemencia.
Texto Jara
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